Hoy tenemos la suerte de poder entrevistar una mujer luchadora y trabajadora, con una energía desbordante que lo mismo te sorprende con una nueva terapia como con un nuevo baile tribal, clases de Fly Dance o lo que se tercie.
Nos recibe en bicicleta como casi siempre que puede, desde el barrio donde tiene su Centro de Psicología en pleno corazón de Estepona a escasos metros del Mar en Avenida España.
Ella es Rosario Bazán, tenemos el honor de conocerte más de cerca, una psicóloga y terapeuta gestalt con más de 14 años de experiencia en el campo de la psicología. A lo largo de su carrera, Rosario ha trabajado con personas de diversas edades y situaciones, desde aquellos que luchan contra la adicción al tabaco hasta quienes enfrentan enfermedades como el Alzheimer o discapacidades intelectuales. Su enfoque humano y profesional se ha enriquecido con una constante formación y una pasión por ayudar a las personas a sanar, crecer y tomar conciencia de sí mismas. En esta entrevista, descubrimos su motivación para convertirse en psicóloga, su visión de la terapia y los proyectos que tiene para el futuro, mientras nos ofrece una perspectiva profunda y auténtica sobre su vocación.
Estepona Info: Rosario, buenos días. ¿Cómo estás?
Rosario Bazán: Buenos días. Pues muy bien, gracias. La verdad que ha sido complicado coordinar esta entrevista, llevamos mucho tiempo hablando sobre ella, pero al fin hemos logrado hacerlo. Así que vamos allá.
Estepona Info: Me gustaría comenzar con tus inicios. ¿Cómo decidiste estudiar Psicología? ¿Qué fue lo que te motivó?
Rosario Bazán: Desde pequeña siempre he sido una persona muy preocupada por los demás, me gustaba mucho ayudar. Siempre veía a alguien que estaba pasando un mal rato o enfrentándose a alguna dificultad y me acercaba para intentar aliviar su situación, incluso si era un compañero al que se le hacían bullying, yo siempre era esa persona que lo defendía y lo hacía sentirse mejor. A lo largo de mi vida, he tenido muchas inclinaciones, como la filosofía, las Bellas Artes, o incluso la educación especial, porque me atraía mucho trabajar con niños. Pero no me daban las calificaciones para acceder a esos estudios. En cambio, me decidí por la Psicología porque siempre me ha fascinado la mente humana. Me atraía entender cómo piensan las personas y cómo puedes ayudarlas.
Estepona Info: Empezaste en áreas de deshabituación y trabajaste con personas con Alzheimer y discapacidades intelectuales. ¿Cómo recuerdas esa etapa tan difícil?
Rosario Bazán: La verdad es que fue una etapa muy enriquecedora, pero también de mucho aprendizaje y emociones fuertes. Empecé trabajando con una amiga de mi hermana que se dedicaba al tratamiento de deshabituación del tabaco, utilizando la láserterapia en la oreja. Esa experiencia me permitió entrar en contacto con personas que necesitaban dejar hábitos negativos. Fue mi primera experiencia profesional como psicóloga. Después de eso, me ofrecieron un puesto en una unidad de Alzheimer, y para mí fue una suerte. Siempre me habían atraído los mayores y trabajar con personas con demencia fue un reto, pero también muy satisfactorio. Las personas mayores y los niños son los grupos más vulnerables de la sociedad, y trabajar con ellos siempre ha sido una de mis pasiones.
Estepona Info: ¿Cómo se trabaja con personas que están perdiendo su conexión con la realidad debido al Alzheimer?
Rosario Bazán: Depende de la etapa en la que se encuentre la enfermedad. Si está en sus primeras fases, el trabajo es más cognitivo. En la unidad de Alzheimer, por ejemplo, trabajábamos con dinámicas y ejercicios, además de sesiones de fisioterapia y logopedia. Lo más importante es el amor con el que los tratas, porque aunque no haya cura para la enfermedad, el acompañamiento puede ser muy valioso. En mi caso, también trabajaba mucho con las familias, ya que el impacto de la enfermedad afecta no solo al paciente, sino a todos los miembros de la familia. A veces, la situación era tan dolorosa que muchas veces me sentía triste o frustrada por las historias que escuchaba. Me los llevaba a casa, lloraba y me afectaba mucho emocionalmente. Aprendí a gestionar esas emociones para no llevarme tanto sufrimiento a mi vida personal.
Estepona Info: La gestión emocional debe ser fundamental, ¿no? ¿Cómo aprendiste a separar tu vida personal de las emociones que experimentabas con tus pacientes?
Rosario Bazán: Sí, fue algo que tuve que aprender con el tiempo. Al principio, me costaba mucho separar. Me afectaba profundamente ver el dolor de los familiares y de los pacientes, y me lo llevaba todo a casa. A veces, sentía que el sufrimiento de los demás se estaba apoderando de mí. Fue necesario aprender a gestionar esas emociones y no dejar que todo eso me afectara. También empecé a darme cuenta de que al tratar con personas tan vulnerables, uno se va conociendo a sí mismo. Esa experiencia me ha dado más seguridad, tanto como profesional como persona.
Estepona Info: En relación con la terapia gestalt, ¿cómo fue para ti comenzar con este enfoque terapéutico?
Rosario Bazán: Para mí fue un cambio muy importante. Cuando comencé a formarme en terapia gestalt, no solo aprendí sobre las herramientas para tratar a los pacientes, sino también sobre cómo sanar mi propio ser. La gestalt pone mucho énfasis en trabajar los propios problemas del terapeuta antes de ayudar a los demás. La experiencia personal es fundamental para poder acompañar a otro en su proceso. Desde que empecé mi formación en gestalt, no he dejado de recibir terapia, porque me parece esencial para poder dar lo mejor de mí como terapeuta.
Estepona Info: ¿Por qué elegiste la terapia gestalt y qué diferencia tiene de otros enfoques terapéuticos?
Rosario Bazán: La terapia gestalt es una terapia centrada en el presente. A diferencia de otros enfoques, que pueden centrarse más en el pasado o en el futuro, la gestalt trabaja sobre lo que estamos sintiendo en el aquí y ahora. Para mí, la gran diferencia es el enfoque en la empatía. En gestalt no se trata de ser el experto que tiene todas las respuestas, sino de acompañar al paciente en su proceso de autodescubrimiento. El terapeuta es más un guía que un experto. En esta terapia, el paciente es quien tiene el conocimiento más profundo de sí mismo, y el trabajo del terapeuta es ayudarle a descubrirlo. La escucha activa, la conciencia corporal y el trabajo emocional en el presente son claves en este enfoque.
Estepona Info: ¿Qué papel juega el terapeuta en la relación con el paciente en la terapia gestalt?
Rosario Bazán: En gestalt, el terapeuta no se pone por encima del paciente, sino que se sitúa a su lado. El trabajo es conjunto. Es muy importante la relación de confianza y seguridad que se establece, para que el paciente pueda abrirse y trabajar en sus emociones. Además, la escucha activa es fundamental: escucho tanto lo que me dice el paciente como lo que siento yo en ese momento, porque nuestras emociones como terapeutas también influyen en el proceso. Es un proceso muy dinámico, en el que el terapeuta también se ve afectado por lo que el paciente comparte.
Estepona Info: Es interesante cómo hablas de la escucha activa y cómo se trabaja con lo que uno siente. ¿Cómo logras equilibrar lo que sientes como terapeuta con lo que el paciente está viviendo?
Rosario Bazán: La gestalt me enseñó a no ser un espectador pasivo. No solo se trata de escuchar lo que el paciente dice, sino también de estar presente con lo que me genera lo que está diciendo. Por ejemplo, si un paciente está hablando de un dolor profundo, esa situación puede generar en mí tristeza o incluso rabia. Pero lo importante es no dejar que esas emociones me controlen, sino que las uso para comprender mejor al paciente y estar más conectada con lo que necesita. Es un proceso continuo de autoconocimiento y de estar muy presente con el paciente. Además, este trabajo mutuo de comprensión y empatía ayuda a que el paciente se abra y se sienta comprendido.
Estepona Info: Has hablado antes de la sanación emocional. ¿Qué significa para ti acompañar a una persona en su proceso de sanación?
Rosario Bazán: Para mí, acompañar a alguien en su proceso de sanación emocional es un acto de respeto. La persona va a ir sanando a su ritmo y en sus propios términos. No puedo forzar nada, solo puedo acompañarla en su proceso, validando lo que siente y permitiéndole expresar lo que le está pasando. Un aspecto fundamental de la sanación es permitir que la persona se conecte con sus emociones y acepte lo que siente, sin juzgarlo. Es un proceso lento, pero hermoso. A medida que el paciente se permite sentir y trabajar con sus emociones, comienza a sanar.
Estepona Info: ¿Cómo gestionas cuando un paciente tiene miedo de enfrentarse a sus emociones, como la rabia o la tristeza?
Rosario Bazán: Lo primero que hago es crear un espacio seguro, donde el paciente se sienta aceptado. La gente suele tener miedo de sentir ciertas emociones porque creen que van a ser abrumadoras. Pero en la terapia, el objetivo no es evitar las emociones, sino permitirlas, procesarlas y transformarlas. La rabia, por ejemplo, no es algo malo en sí misma, sino una emoción que nos dice algo importante sobre lo que estamos viviendo. Ayudo a los pacientes a conectar con esas emociones, a expresarlas de manera segura y a comprender qué nos están diciendo. Es todo un proceso de aceptación y transformación emocional.
Estepona Info: Hablando sobre el tema del duelo, ¿cómo entiendes el proceso de duelo en tus pacientes? ¿Qué aspectos trabajas para ayudarles a superarlo?
Rosario Bazán: El duelo no es solo la pérdida de una persona. A veces, el duelo está relacionado con la pérdida de un trabajo, de una relación, o incluso de una etapa de la vida. En cualquier caso, el duelo implica un proceso emocional que debe ser vivido. Para mí, la clave es permitir que el paciente sienta lo que necesita sentir. La tristeza, la frustración, la ira… son emociones que deben ser reconocidas y aceptadas. No se puede curar un duelo solo porque se quiera olvidarlo; el dolor tiene que ser sentido para poder transformarse. Ayudo a mis pacientes a conectar con ese dolor, a validarlo, y a aprender a vivir con ese vacío, sin la necesidad de que ese vacío desaparezca rápidamente. Es un proceso gradual.
Estepona Info: ¿El duelo se puede ver como una oportunidad de transformación?
Rosario Bazán: Claro que sí. El duelo, aunque doloroso, es también una oportunidad para el crecimiento. En la terapia, les ayudo a entender que este proceso no tiene que ver con dejar ir algo, sino con aprender a vivir con lo que se ha perdido. En lugar de escapar del dolor, se trata de integrarlo, de aceptar que la vida no es siempre perfecta y que todas las pérdidas, por dolorosas que sean, nos enseñan algo. A través del duelo, muchas personas descubren cosas sobre sí mismas que no conocían antes, ya que es un proceso que les obliga a hacer un autoexamen. Y esa transformación es lo que al final les ayuda a sanar.
Estepona Info: Hablando de los miedos y el estigma en torno a la psicología, ¿por qué crees que aún hay tanta reticencia a acudir a terapia? ¿Qué obstáculos ves en la sociedad?
Rosario Bazán: El miedo a acudir al psicólogo está muy relacionado con el estigma que aún persiste en nuestra sociedad. A veces se piensa que ir al psicólogo es una muestra de debilidad, o que la persona que lo hace está “loca”. Esto ha sido algo muy arraigado culturalmente. Lo que intento hacer, tanto en mi consulta como en mis charlas, es quitar esa idea de la cabeza. Ir al psicólogo no es más que una forma de autocuidado. Al igual que vamos al dentista cuando nos duele un diente o a un fisioterapeuta cuando tenemos una contractura, también deberíamos cuidar nuestra salud emocional. La salud mental es tan importante como la salud física, y no debería ser motivo de vergüenza hablar de ello.
Estepona Info: ¿Qué crees que se necesitaría para cambiar esa percepción social sobre la terapia psicológica?
Rosario Bazán: Creo que la visibilidad es clave. Cuanto más se hable de ello, más natural se volverá. Además, es importante mostrar que la terapia es una herramienta positiva para el autoconocimiento y el crecimiento personal. Si más personas reconocen los beneficios que puede aportar una terapia, será más fácil deshacer ese estigma. Yo siempre les digo a mis pacientes que no hay nada de malo en pedir ayuda, es un acto de valentía, no de debilidad.
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Estepona Info: Hablando ahora de los proyectos en los que estás involucrada, sé que recientemente has ampliado la formación en áreas de acompañamiento al duelo y terapia infantil. ¿Qué te ha llevado a enfocarte en estas áreas?
Rosario Bazán: La formación en duelo fue algo que sentí como una necesidad personal. Con los años, me di cuenta de que el duelo no solo tiene que ver con la muerte, sino con todo tipo de pérdidas. La gente no habla mucho de otros tipos de duelo, como los duelos por un divorcio, la pérdida de un trabajo, o incluso los cambios de vida importantes. En mi consulta, cada vez veo más personas lidiando con esas pérdidas no reconocidas, y quise estar mejor preparada para ayudarles. En cuanto a la terapia infantil, siempre me ha apasionado trabajar con niños y adolescentes. La infancia es una etapa crucial en el desarrollo emocional, y muchas veces los problemas emocionales que no se abordan en la niñez se arrastran durante toda la vida. Así que decidí formarme también en ese ámbito para poder acompañar a los más pequeños en su desarrollo emocional.
Estepona Info: ¿Y cómo te ha influido la formación en gestalt en estos campos específicos de trabajo?
Rosario Bazán: La formación en gestalt ha sido fundamental para poder comprender mejor las emociones de los niños y adolescentes. En la terapia infantil, por ejemplo, trabajo mucho con el niño interior, y la gestalt me ha ayudado a conectar con esa parte de mí misma. Cuando trabajamos con niños o adolescentes, no solo estamos tratando con ellos, sino también con las dinámicas familiares. A menudo, el comportamiento del niño refleja lo que está sucediendo en su entorno familiar. La gestalt me ha enseñado a observar y a entender esas dinámicas de manera más profunda.
Estepona Info: Has hablado de trabajar también con los padres en la terapia infantil. ¿Qué papel juegan ellos en el proceso terapéutico?
Rosario Bazán: Los padres juegan un papel fundamental, porque muchas veces el problema no está únicamente en el niño, sino en la dinámica familiar. Al trabajar con los padres, les ayudo a tomar conciencia de sus propios patrones emocionales y de cómo estos afectan a sus hijos. Muchas veces, los padres no son conscientes de que su comportamiento o su forma de interactuar con el niño puede estar influyendo negativamente en su bienestar emocional. En la terapia infantil, se trabaja tanto con el niño como con la familia en general. Si los padres no están dispuestos a cambiar ciertos comportamientos o a cuestionarse a sí mismos, la terapia con el niño será mucho más difícil. Es un trabajo conjunto.
Estepona Info: ¿Cuál ha sido uno de los mayores desafíos al trabajar con niños y adolescentes?
Rosario Bazán: Uno de los mayores desafíos es que los padres suelen venir buscando una solución rápida. Muchos dicen: “Arregla a mi hijo, que no me hace caso o está teniendo problemas en la escuela”. Sin embargo, el comportamiento del niño es solo un síntoma de algo más profundo. Hay que entender que las emociones y el comportamiento de los niños son el reflejo de lo que está sucediendo en su casa, en su entorno. Cambiar un comportamiento no es algo que suceda de la noche a la mañana. Los padres tienen que estar dispuestos a hacer su propio trabajo emocional, y eso es lo que muchas veces cuesta.
Estepona Info: En cuanto a las adicciones, ¿cómo trabajas con los pacientes que atraviesan ese tipo de dificultades? ¿Existen similitudes en el enfoque con los pacientes que atraviesan el duelo o traumas?
Rosario Bazán: Las adicciones son un tema complejo porque, generalmente, no solo hay un problema en la conducta en sí, sino que detrás de la adicción suelen haber traumas no resueltos. Las personas que sufren de adicciones buscan una forma de anestesiar su dolor emocional. Las adicciones a menudo surgen cuando las personas no saben cómo gestionar sus emociones o lo que les sucede internamente. La adicción es una forma de evasión. En mi enfoque, trato de trabajar con la raíz emocional de la adicción, ayudando a la persona a entender qué hay detrás de su comportamiento y qué emociones están tratando de evitar. Al igual que con el duelo, en la terapia con personas con adicciones es necesario trabajar desde la empatía, el respeto y la comprensión de su dolor. No se trata solo de dejar la adicción, sino de afrontar y transformar las emociones y las experiencias que la originan.
Estepona Info: ¿Dirías entonces que el tratamiento de las adicciones es un proceso largo y que requiere paciencia?
Rosario Bazán: Definitivamente, es un proceso largo. No se trata de simplemente dejar de fumar, beber o consumir cualquier sustancia, sino de ayudar a la persona a enfrentarse con lo que está huyendo. El cambio real no ocurre hasta que la persona se enfrenta a lo que está sintiendo en su interior. Además, las recaídas son comunes porque la persona está acostumbrada a usar la sustancia o el comportamiento adictivo para lidiar con el estrés o el dolor. La clave está en la paciencia y en acompañar al paciente en ese camino, siempre ayudándole a estar más consciente de lo que ocurre dentro de él, para que en lugar de huir, aprenda a manejar sus emociones de manera más saludable.
Estepona Info: Hablando ahora de tus proyectos a futuro, mencionaste que te gustaría abrir más espacios grupales. ¿Por qué los grupos son tan importantes en tu enfoque terapéutico y qué objetivos tienes con ellos?
Rosario Bazán: Los grupos son importantes porque permiten crear un espacio donde las personas se sienten acompañadas por otros que están pasando por experiencias similares. Hay algo muy poderoso en la conexión con otras personas que entienden lo que estás viviendo. El trabajo grupal puede ser una herramienta muy valiosa para el crecimiento personal, ya que cada miembro del grupo puede compartir su experiencia y aprender de los demás. También en los grupos se pueden ver muchas dinámicas interesantes: cómo se relacionan los demás, cómo nos vemos a nosotros mismos a través de los ojos de los otros. Es un espacio de sanación y de aprendizaje. A nivel personal, siento que tengo un desafío en cuanto a los grupos, porque siempre me he sentido más cómoda en el trabajo individual. Pero también sé que es necesario que amplíe mi enfoque y que los grupos son una forma excelente de llegar a más personas, así que eso es algo que me gustaría hacer en el futuro.
Estepona Info: ¿Y qué otros proyectos tienes en mente para el futuro?
Rosario Bazán: Uno de mis proyectos más grandes es escribir un libro. Llevo tiempo pensándolo, pero aún no me he lanzado por completo. Me gustaría poder plasmar todo lo que he aprendido en estos años y compartir mi visión sobre la psicología, la sanación y la importancia de la terapia. También, a través de las redes sociales, quiero llegar a más personas. Es una herramienta poderosa para conectar con la gente y ofrecer contenido útil, desde artículos hasta videos, donde pueda explicar algunos de los conceptos que trabajo en mi consulta. Lo que busco con esto es desmitificar la terapia y hacerla más accesible para todos.
Estepona Info: El trabajo en redes sociales puede ser un desafío, especialmente para alguien que, como tú, siempre ha sido algo más reservada. ¿Cómo has manejado esa parte?
Rosario Bazán: Ha sido un gran desafío, la verdad. Yo soy una persona muy tímida, y siempre me ha costado exponerme. Sin embargo, he entendido que si quiero llegar a más personas, tengo que hacerlo. Gracias a la ayuda de algunas personas, y especialmente a ti, Javier, he comenzado a superar ese miedo. Al principio me sentía insegura y pensaba que no tendría nada valioso que compartir. Pero ahora estoy empezando a ver que, al compartir mi experiencia y conocimiento, puedo ayudar a más personas. Es un proceso de autodescubrimiento para mí también, y siento que tengo mucho que ofrecer.
Estepona Info: Es admirable ver cómo te estás abriendo más a estos nuevos proyectos. Hablando de la evolución, después de tantos años de experiencia en psicología, ¿cómo ha cambiado tu visión de la profesión y de ti misma?
Rosario Bazán: Mi visión de la psicología ha cambiado profundamente. Al principio, me veía como una experta, alguien que tenía que tener todas las respuestas, pero con los años he aprendido que la psicología no se trata de tener todas las respuestas. Se trata de estar presente con el paciente, de acompañarlo en su proceso, y de ser humilde en el trabajo. En cuanto a mí, también he cambiado mucho. He aprendido a reconocer mis propias inseguridades, a aceptar mis miedos y a ser más consciente de mis emociones. Esto ha sido fundamental para mi trabajo, porque como psicóloga tengo que conocerme bien para poder acompañar a otros. No soy la misma persona ni la misma psicóloga que era hace 14 años. He crecido, tanto profesional como personalmente, y esa evolución es algo que valoro mucho.
Estepona Info: ¿Y qué crees que has aprendido sobre ti misma a lo largo de estos años? ¿Te ha sorprendido algo de ti?
Rosario Bazán: Creo que lo que más he aprendido es a confiar en mí misma. A lo largo de mi carrera, he tenido que enfrentarme a muchos miedos y a situaciones difíciles, tanto con mis pacientes como en mi vida personal. Pero en cada uno de esos momentos, me he dado cuenta de que siempre soy capaz de superarlos. También he aprendido que el miedo no es algo que deba evitarse, sino algo que se puede usar a tu favor. El miedo es una señal de que estás ante algo nuevo, algo que te reta, y eso es positivo. El miedo me ha ayudado a crecer. Así que no, no me ha sorprendido nada de lo que he aprendido, pero sí me ha asombrado lo mucho que he crecido en cada una de esas situaciones.
Estepona Info: Muchas personas, especialmente las que se sienten inseguras o temen enfrentarse a sus emociones, evitan cualquier tipo de terapia. ¿Qué mensaje les darías a aquellos que están dudando en dar el paso hacia la terapia?
Rosario Bazán: Les diría que no tengan miedo. El primer paso siempre es el más difícil, porque desconocemos lo que nos vamos a encontrar. Pero lo más importante es que se atrevan a dar ese paso. Ir a terapia no significa que esté roto o que seas débil. Al contrario, es un acto de valentía, porque te estás enfrentando a ti mismo y a lo que te está afectando. La terapia es un proceso de autoconocimiento, de reconexión con uno mismo, y aunque al principio puede ser doloroso, el resultado es liberador. No están solos, hay personas que pueden acompañarlos en ese camino, y esa compañía es valiosa. La terapia no es solo para “los que están mal”; todos necesitamos un espacio para entender nuestras emociones y crecer como personas.
Estepona Info: Es un mensaje muy importante, Rosario. Para finalizar, ¿cómo te gustaría que te recordaran tus pacientes, y qué legado te gustaría dejar en la psicología?
Rosario Bazán: Me gustaría que me recordaran como alguien que les ayudó a encontrar su propio camino, alguien que les ofreció un espacio seguro y de confianza para explorar sus emociones y sanar. El legado que me gustaría dejar es el de haber contribuido a humanizar la psicología, de haber acercado esta disciplina a más personas y de haberles mostrado que todos podemos ser mejores versiones de nosotros mismos, sin importar nuestras dificultades. La psicología es un viaje, y me gustaría que mis pacientes sintieran que, en su viaje, yo fui una guía que les ayudó a descubrir su propio poder.
Estepona Info: Muchas gracias, Rosario, por este rato tan enriquecedor. Te deseo mucho éxito en tus proyectos y en todo lo que emprendas.
Rosario Bazán: Muchas gracias a ti, Javier, por darme esta oportunidad de compartir mi historia. Estoy segura de que todos podamos seguir creciendo, y me siento muy agradecida por poder acompañar a tantas personas en su proceso.
Rosario Bazán ha dedicado su vida a la psicología, no solo como una forma de trabajo, sino como una vocación para acompañar a los demás en su camino hacia la sanación emocional. Con más de 14 años de experiencia y una constante evolución personal y profesional, su enfoque terapéutico se basa en la empatía, el autoconocimiento y el respeto por el proceso individual de cada paciente. Con proyectos en marcha para ampliar su alcance y seguir ayudando a más personas, Rosario continúa siendo una referencia en el ámbito de la psicología en Estepona, siempre buscando profundizar en su propia humanidad y ofrecer lo mejor de sí misma a quienes buscan comprenderse mejor.