28 C
Estepona
21/09/25

El SAD Estepona sale a las calles a reivindicar su situación de precariedad e inseguridad que sigue aumentando año tras año

Las trabajadoras exigen salarios dignos, contratos estables y medidas de seguridad mientras el PSOE apuesta por la municipalización del servicio para acabar con la precariedad laboral.

¡Lo más leído!

Las auxiliares del SAD Estepona o Servicio de Ayuda a Domicilio, alzaron hoy su voz contra la precariedad laboral y los graves riesgos de seguridad que enfrentan diariamente en su trabajo. Representantes del comité de empresa del servicio municipal externalizado denunciaron en la manifestación celebrada esta mañana salarios por debajo del SMI, contratos inestables por horas, falta de información sobre los usuarios que atienden y ausencia total de protocolos de seguridad. La gota que ha colmado el vaso han sido los asesinatos de dos compañeras de profesión: una en Galicia este año y otra en Ronda hace varios años, ambas a manos de familiares de usuarios. El colectivo marchó desde la Plaza del Orquidario hasta el Ayuntamiento, donde leyeron un manifiesto con todas sus reivindicaciones ante una multitud de ciudadanos que quisieron mostrar su apoyo.

El deterioro de un servicio esencial

SAD Estepona

El servicio de ayuda a domicilio en Estepona lleva ocho años privatizado, y según denuncian las trabajadoras, el deterioro en las condiciones laborales y la calidad del servicio ha sido progresivo y alarmante. Las auxiliares, que realizan una labor fundamental para el cuidado de las personas mayores y dependientes del municipio, se encuentran en una situación límite que las ha llevado a organizarse y hacer visible su realidad.

«Estamos viendo el deterioro y la precariedad del servicio de ayuda a domicilio», explican las representantes del comité de empresa durante la entrevista. Un servicio que, pese a ser de titularidad municipal, está gestionado por una empresa privada que, según denuncian, prioriza el beneficio económico sobre las condiciones laborales de las trabajadoras y la calidad de la atención a los usuarios.

Los casos que encendieron las alarmas: asesinatos de compañeras

El detonante que ha llevado a las auxiliares a movilizarse han sido dos trágicos sucesos que evidencian los peligros extremos a los que se enfrentan. El caso más reciente ocurrió este año en Galicia, donde una auxiliar fue asesinada mientras realizaba su trabajo habitual.

«Una compañera en O Porriño, Galicia, ha sido muy sonado y ha salido en los medios de comunicación», relatan las trabajadoras. «Es cuando se ha hecho un poco visible la realidad en la que estamos viviendo las auxiliares de ayuda a domicilio».

Según explican, la víctima acudía diariamente a asistir a una usuaria cuando fue atacada mortalmente por el marido de esta. «No sabemos si es que este hombre tendría trastornos mentales por demencia, pero la compañera había detectado que podía haber un riesgo. Lo comunicó con su coordinadora y no se le hizo caso», denuncian con indignación.

El segundo caso ocurrió hace unos años en Ronda, donde otra auxiliar fue asesinada con una escopeta por la pareja de la usuaria a la que atendía. Estos trágicos sucesos han puesto de manifiesto la vulnerabilidad extrema en la que trabajan estas profesionales.

«Vamos a ciegas»: La falta de información como factor de riesgo

Una de las denuncias más graves que realizan las auxiliares es la absoluta falta de información sobre los domicilios y las personas a las que van a atender. Esta carencia de datos básicos las expone a situaciones potencialmente peligrosas sin ningún tipo de preparación o protocolo de actuación.

«Vamos a ciegas», afirman rotundamente. «Escasa la información, no sabemos con quién viven, si hay problemas en esa casa, si hay trastornos, no la hay. Lo que pueda ocurrir en esa casa, nosotras vamos a ciegas».

La situación se agrava especialmente en las zonas rurales del municipio, donde las auxiliares deben desplazarse a lugares aislados. «Yo trabajo en zonas rurales y vamos a sitios lejanos. Si nos pasara algo, no nos encontrarían, porque en el Google ni aparece», confiesa una de las trabajadoras, evidenciando el nivel de desprotección al que se enfrentan.

El diálogo con la entrevista: testimonios en primera persona

Durante la conversación, las trabajadoras exponen con detalle las dificultades que encuentran cuando intentan comunicar situaciones de riesgo a sus superiores:

Auxiliar 1: «Cualquier servicio nuevo, ya vais con ese miedo. Y cuando tú inmediatamente sabemos que tenemos que avisar a coordinación, llamamos a oficina: ‘oye, pasa esto’…»

Auxiliar 2: «La contestación muchas veces son negativas: ‘pues tu anterior compañera no se ha quejado’.»

Auxiliar 1: «Ya, pero es que a lo mejor se están dando otras circunstancias. A lo mejor ha cambiado, o a lo mejor no lo ha detectado.»

Este intercambio revela la falta de apoyo institucional y la minimización sistemática de los riesgos que denuncian las trabajadoras, quienes se sienten abandonadas por la empresa gestora del servicio.

Un día en la vida de una auxiliar: múltiples tareas sin medios

Las auxiliares de ayuda a domicilio realizan un trabajo integral que va mucho más allá de lo que muchos ciudadanos imaginan. Su jornada laboral puede incluir hasta seis familias diferentes, con desplazamientos entre domicilios que deben realizar con sus propios medios y que no siempre son remunerados adecuadamente.

«Si es un servicio a primera hora de la mañana, es el aseo de esa persona», explican. «El aseo de persona o movilidad, porque si tiene movilidad reducida, las medidas técnicas son escasas».

La falta de equipamiento adecuado es especialmente preocupante cuando deben atender a personas con movilidad reducida. «Estamos trabajando en los hogares, en muchos no hay espacio suficiente para que pueda entrar una grúa. Y os tenéis que ocupar vosotras de movilidad de personas con 100 kilos, imagínate», denuncian.

Además del aseo y la movilización, las auxiliares se encargan de preparar el desayuno, hacer la compra, ir a la farmacia, acompañar al médico, preparar la comida y, en muchos casos, simplemente hacer compañía a personas que sufren soledad. «Cada usuario tiene unas necesidades que los otros no tienen. Otros son compañías simplemente, porque están faltos de atención», explican.

SAD Estepona 2

«Nos consideran limpiadoras cuando no lo somos»

Uno de los aspectos que más duele a estas profesionales es la falta de reconocimiento social y profesional de su labor. A pesar de realizar un trabajo especializado que requiere formación y habilidades específicas para el cuidado de personas dependientes, son frecuentemente menospreciadas.

«Nos consideran limpiadoras cuando no lo somos», denuncian con firmeza. «Ahí viene la chica que va a limpiar», es una frase que escuchan con demasiada frecuencia, lo que evidencia el desconocimiento generalizado sobre la verdadera naturaleza de su trabajo.

Esta falta de reconocimiento no es solo social, sino que se traduce también en condiciones laborales precarias que no corresponden con la responsabilidad y la importancia de su labor.

Enma Molina Psoe Estepona

El PSOE apoya la municipalización del servicio

Durante la manifestación, Emma Molina, portavoz del PSOE en Estepona, mostró su apoyo incondicional a las trabajadoras y reveló datos alarmantes sobre el coste y la gestión del servicio. El Partido Socialista, que ya se opuso a la externalización en 2017, mantiene su postura crítica y propone el rescate del servicio.

«Cuando se externalizó el servicio en el 2017, el Partido Socialista estaba totalmente en contra», afirmó Molina. «Creemos firmemente que el servicio es un servicio público, que deben tener dignidad y no una precariedad laboral».

La portavoz socialista aportó cifras reveladoras sobre el coste económico del servicio privatizado: «El servicio le cuesta al ayuntamiento un total en los 4 años de 16 millones de euros. Esos 16 millones de euros hay que pagar el beneficio industrial a la empresa que gestiona el servicio de un 6,5% más el 21% de IVA. Esa parte se debería destinar a que los trabajadores y trabajadoras del servicio tuvieran un salario digno».

Molina denunció también la situación laboral extrema de las auxiliares: «No puede ser que un trabajador trabaje, como han dicho, menos de 30 horas, las tienen contratadas con menos de 38 horas semanales y no llegando ni siquiera al salario mínimo interprofesional, que son 1.080 euros, ofreciendo un servicio esencial, que es el cuidado de las personas mayores y dependientes».

El éxodo veraniego: cuando la hostelería paga mejor que cuidar mayores

Un problema adicional que reveló la portavoz del PSOE es el abandono masivo del servicio durante los meses de verano, cuando las trabajadoras encuentran empleos mejor remunerados en otros sectores.

«Cuando llega el verano, como hay puestos de trabajo que están mejor pagados, dejan el servicio y se queda un vacío de muchísimas familias», explicó Molina. «Lo que hace la gente es que pide, a lo mejor, excedencia o no cobrar ese mes para trabajar en las empresas privadas o en la hostelería que cobran muchísimo más, incluso el doble».

Esta situación genera un problema adicional que la portavoz socialista no dudó en denunciar: «Están contratando a gente sin la cualificación correspondiente. Gente con un cursillo, no con el grado medio de auxiliar de enfermería o con el sociosanitario, que esa es la titulación correspondiente para desarrollar este trabajo».

Molina fue contundente al respecto: «No lo olvidemos que no son limpiadoras, es gente que tiene que hacer un trabajo de auxiliar en enfermería».

SAD Estepona 3

SAD Estepona – Las reivindicaciones: seguridad, dignidad y estabilidad

Las auxiliares de ayuda a domicilio tienen claro lo que necesitan para poder realizar su trabajo con garantías y dignidad. Sus demandas, que presentarán este sábado en la manifestación, son concretas y urgentes:

1. Medidas de seguridad en los domicilios

  • Evaluación de riesgo en cada domicilio
  • Información previa sobre cada caso antes de acudir
  • Equipos de protección individual
  • Protocolos reales de actuación en casos de riesgo

2. Salarios dignos «Estamos por debajo del SMI», denuncian. Una situación inadmisible para trabajadoras que realizan una labor esencial y de alta responsabilidad.

3. Contratos estables «Contratos inestables, estamos trabajando por hora y temporales. Tú me dirás qué conciliación vamos a hacer y qué estabilidad tenemos en nuestro trabajo, es imposible», explican.

4. Plantilla suficiente y carga laboral equitativa Con hasta seis familias por jornada y desplazamientos constantes, las trabajadoras denuncian una sobrecarga laboral insostenible.

5. Ayudas técnicas adecuadas La falta de grúas y otros equipos necesarios para la movilización de personas dependientes pone en riesgo tanto a las trabajadoras como a los usuarios.

6. Respeto y reconocimiento profesional Exigen que se valore su trabajo como lo que es: un servicio profesional especializado, no un trabajo doméstico sin cualificación.

7. Apoyo ante la violencia Protocolos claros y apoyo institucional real cuando se detecten situaciones de riesgo o se produzcan agresiones.

Responsabilidades compartidas: empresa y administración

Las auxiliares tienen claro a quién dirigir sus reivindicaciones. Por un lado, señalan a la empresa gestora del servicio, a la que exigen que «nos proteja y nos respete nuestros derechos en nuestras condiciones laborales». Por otro, responsabilizan directamente al Ayuntamiento de Estepona y a la Junta de Andalucía como administraciones responsables del servicio.

«El servicio es del ayuntamiento, lo que pasa es que lo gestiona una empresa. Nos privatiza», explican. «Es la pena de esto, que un servicio que es tan esencial caiga en manos de empresas que vienen a beneficiarse y a sacar un costo económico, ¿a costa de qué? De condiciones laborales de los trabajadores precarias, y después un servicio escaso de calidad».

Esta reflexión pone el dedo en la llaga sobre el modelo de gestión de los servicios sociales, donde la externalización ha llevado, según denuncian, a un deterioro progresivo tanto de las condiciones laborales como de la calidad del servicio prestado a los ciudadanos.

El PSOE ya presentó en 2023 una propuesta para el rescate del servicio y, según anunció Molina, volverán a presentarla en 2027: «Nosotros apoyamos firmemente el rescate del servicio y la mejora de las condiciones laborales de las trabajadoras. Ya lo hicimos en el 2023 y para el 2027 vamos a volver a presentar la propuesta».

El envejecimiento poblacional: un reto que nos afecta a todos

Las trabajadoras lanzan una reflexión que debería hacer pensar a toda la sociedad esteponera: «Al final vamos todos abocados a ese final. Si llegamos a mayores y tenemos suerte, a donde vamos es a una situación parecida. Si no miramos esto nosotros ahora, el que viene nos cae encima».

Con una población cada vez más envejecida, el servicio de ayuda a domicilio se vuelve más crucial que nunca. Sin embargo, las condiciones actuales hacen que sea insostenible mantener un servicio de calidad. «Al final la masa de la población va envejeciendo más, al final hay más trabajo y nosotras somos las mismas», denuncian.


¿Necesita hacer publicidad para su negocio? Infórmese aquí


El llamamiento a la sociedad: «Necesitamos vuestro apoyo»

Las auxiliares hacen un llamamiento directo a la ciudadanía de Estepona para que les apoye en sus reivindicaciones. La manifestación del sábado no es solo una protesta laboral, sino un intento de visibilizar una realidad que afecta a toda la sociedad.

«La gente no sabe en qué consiste nuestro trabajo, no lo sabe, y a lo que estamos expuestas. Tienen un estigma puesto sobre nosotras que no es el real», explican.

La situación de las auxiliares de ayuda a domicilio en Estepona es un reflejo de la crisis de los cuidados que afecta a toda España. Trabajadoras esenciales que cuidan de nuestros mayores y dependientes lo hacen en condiciones de extrema precariedad, sin seguridad, sin reconocimiento y con salarios de miseria. Los trágicos asesinatos de dos compañeras han sido la gota que ha colmado el vaso, pero los problemas vienen de lejos y requieren soluciones urgentes.

Con el apoyo político del PSOE, que propone la municipalización del servicio, y las cifras sobre la mesa —16 millones de euros en 4 años con un 6,5% de beneficio industrial para la empresa más el 21% de IVA—, queda claro que el modelo actual no solo es injusto para las trabajadoras, sino también económicamente cuestionable para las arcas municipales.

La manifestación convocada por las auxiliares no es solo su lucha, es la lucha por un modelo de cuidados digno y sostenible que, tarde o temprano, nos afectará a todos. Como ellas mismas advierten: el servicio lleva ocho años privatizado y el deterioro es evidente. Si no se actúa ahora, cuando necesitemos estos servicios, puede que ya sea demasiado tarde.

La pelota está ahora en el tejado del Ayuntamiento de Estepona y de la empresa gestora del servicio. Las trabajadoras han hablado claro: necesitan seguridad, dignidad y estabilidad. Con el contrato del servicio recién renovado, la pregunta es si las administraciones estarán a la altura del desafío o seguirán mirando hacia otro lado mientras un servicio esencial se deteriora día a día, poniendo en riesgo tanto a trabajadoras como a usuarios.

Suscríbete Gratis a Estepona Info

- Publicidad -spot_imgspot_img

Mas Noticias

DEJA UNA RESPUESTA

Por favor ingrese su comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

- Publicidad -spot_img

Últimas Noticias

×