Alerta por medusas. La llegada de medusas a las playas de Estepona ha encendido las alarmas entre bañistas y autoridades. El viento de levante y la contaminación marina son algunos de los factores que explican este fenómeno. Se recomienda precaución y seguir las indicaciones de los expertos.
La presencia de medusas en las playas de la Costa del Sol Occidental ha generado preocupación entre los bañistas, especialmente en Estepona, donde se han avistado grandes cantidades de estos invertebrados marinos. Desde principios de agosto, las playas locales, al igual que otras del litoral malagueño, han tenido que izar banderas amarillas para advertir sobre los riesgos de picaduras.
Causas de la proliferación de medusas
El viento de levante, que ha soplado con fuerza durante la última semana, ha sido identificado como el principal responsable de la llegada de las medusas clavel a la costa. Según comenta el presidente del Aula del Mar, Juan Antonio López, en varios diarios malagueños, esta especie, conocida por su poder de picadura, proviene del Mar de Alborán. «El viento de levante arrastra una importante población de medusas hacia la costa», explicó el experto.
Aunque las altas temperaturas del agua también influyen en la aparición de medusas, López señala que este factor no es determinante. Las medusas pueden sobrevivir tanto en aguas frías como calientes. No obstante, el aumento de la temperatura del agua arrastrada desde el Mediterráneo por el viento de levante podría favorecer su proliferación.
La contaminación marina, producto de la eutrofización del agua (derivada de los vertidos de materia orgánica como residuos urbanos, agrícolas o industriales), también es una de las causas que se citan como responsables. Este proceso favorece el crecimiento de fitoplancton y zooplancton, que sirve de alimento a las medusas en su fase juvenil.
Alerta por medusas: zonas más afectadas
Estepona es una de las áreas más afectadas por la llegada de las medusas. Junto a Málaga capital y Benalmádena, las playas del oeste de la provincia se han visto invadidas por enjambres de medusas clavel, cuya picadura puede ser dolorosa para los bañistas. López explica que estas especies suelen aparecer en «zonas más salientes de la costa», por lo que las playas más expuestas al viento de levante son las que presentan mayor riesgo en estos días.
Además de la medusa clavel, otras especies como la Rhizostoma luteum (medusa gigante) y la Medusa huevo frito también han sido avistadas, aunque las picaduras de estas últimas suelen ser menos graves. La medusa gigante, de hecho, tiene un papel importante en el ecosistema marino y no representa un peligro para los bañistas.
Precauciones y recomendaciones
El principal consejo de los expertos es evitar el contacto con las medusas, tanto vivas como muertas. «Si avistamos una medusa en el agua, lo ideal es alejarse, observar la corriente y evitar acercarse», indicó López. En caso de picaduras, se recomienda acudir a un puesto de salvamento. Las heridas deben lavarse con agua de mar, y se puede aplicar hielo envuelto en un paño durante 15 minutos para aliviar el dolor. Es importante no aplicar amoniaco, vinagre ni orina.
Además, se aconseja el uso de crema solar con protección contra picaduras y evitar el contacto con medusas muertas o restos de estas en la orilla.
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Especies comunes y su impacto
Entre las especies más frecuentes en la Costa del Sol se encuentra la Pelagia noctiluca, también conocida como medusa luminiscente. Esta medusa, de color azulado y tentáculos largos, puede encontrarse en enjambres. A pesar de ser urticante, no suele causar daños graves en la mayoría de los casos.
López también destacó que otras especies como la Cotylorhiza tuberculata (aguacuajada) y la Chrysaora hyoscella (medusa compases) son menos comunes en la zona, pero aún así pueden aparecer.
La llegada de medusas no solo afecta a los bañistas, sino también a los empresarios del sector turístico de Estepona, que en los meses de verano reciben a un gran número de turistas en sus playas. Los vientos de levante pueden tener un impacto negativo en las actividades acuáticas y el disfrute general de las playas, lo que podría influir en la imagen del destino durante la temporada alta.
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Aunque la aparición de medusas no debe generar alarma excesiva, las autoridades y expertos locales recomiendan extremar la precaución en las playas de Estepona y otras localidades cercanas. La situación estará sujeta a las condiciones climáticas y al comportamiento del viento, por lo que se espera que la presencia de medusas continúe en los próximos días.
Se invita a los bañistas a mantenerse informados sobre la evolución de la alerta y a seguir las recomendaciones de seguridad en todo momento.